domingo, 8 de diciembre de 2013

El relato de la botella evanescente

Acercaos y abrid vuestras orejotas porque os voy a relatar la historia de la primera vez Grimh salió a las carreteras y, tomando el ejemplo de Ark, dio el primer paso para convertirse en un aventurero. Tal vez os cuente mas tarde como en ese paso tropezó, cayó y quedo correspondientemente escarmentado por intentarlo.

Esta historia comienza un día en que nuestro protagonista volvía alegremente a su cabaña después de una divertida tarde pateando elfos de las praderas y husmeando montones de carroña. Grimh andaba engarzando un huesecillo en uno de sus pendientes cuando entro en su morada. Rápidamente, 5 minutos después, se percató de que algo había ocurrido. El nido de escarabajos había cambiado de lugar y el montón de harapos que llamaba cama estaba revuelto. Había pisadas llenas de barro por todo el suelo y había tenido que saltar al entrar por la puerta por encima del tocón que usaba como asiento. Alguien había entrado en su choza. Sin duda el intruso era un maestro en el arte del sigilo pero sus sutilezas no consiguieron engañar al raquitico intelecto de Grim.

Entonces una duda asalto su mente “¿Para ke ezporah kerria arguien entrá en mi shoza?”. La búsqueda de la respuesta a esa pregunta no fue fácil. Pensó durante largo rato una gran lista de intrincados motivos. Al pero al final resultó que le habían robado. Escarbando entre los restos de sus pertenencias se dio cuenta de que faltaba la botella donde calentaba esquirlas de metal para forjar clavos.

Así pues se decidió a hablar con el aprendedor de bidente para que intentase bisionar el paradero de su botella de fuzion. La respuesta Vizco fue sacar una piedra de adivinar y comenzar a mirarla mientras zarandeaba las maños entorno a ella y decia:

-Zii, ya lo ziento. Veo argo. Ezta ozcuro. Ze ezkushan tintineos. Pazos de fondo. Tu botella se aleha. Ze pierde. Ya no eztá. Imagenez fragmentadas. Veo una dezdicha. Un acontezimiento to shungo. Ziento como argo ze regquebraja. Kataplum. Un problema de zalú. Zuerte con er dinero. Tu padre, tu padre tiene algo de lo que gorgotearte dezde el otro lado. Zilencio, paz. Felizidad. Fin.

Después miró a Grimh, extendió la mano hacia el y le dijo:

-Zon kuatro priedraz brillantez.

Grimh no lo mató allí mismo porque era metraizionapoko de Ark. Y mejor no meterse con lo metraizionapoko de Ark. Asi que salió de la choza dandole una patada a un baulito que había junto a la puerta. Se hizo daño en el pié.

Esto no ayudo para nada a Grimh, que aun necesitaba una botella para poder seguir desarrollando su labor. El sabia que en la aldea no había mas botellas así que se empleó todos sus conocimientos de ingeniería para pensar una forma de obtener otra. Sus conclusiones fueron tal que así: Todo el mundo sabe que las botellas son burbujas. Dado que no se mueven es evidente que son burbujas congeladas. Así pues Grimh decidió que debía dirigirse al norte para buscar una botella en las estepas heladas. Y corto y perezoso metió algunas cosas en un macuto y partió a su primera aventura.

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