¡Chicos! Me alegro de volver a veros. Venid, pasad por la barra y tomad vuestras bebidas, os voy a contar otra historia de vuestro héroe favorito.
Como todos sabeis, las mayores gestas siempre acaban con grandes momentos de gloria y honor para aquellos que las completan, pero deben estar tambien llenas de momentos agrios, momentos en los que el héroe está a punto de abandonar y no conseguir sus objetivos.
Este pudo ser el momento más decisivo de Ark, nuestro héroe, ya que demostró que no era un héroe como los demás.
Ark llevaba ya mucho tiempo en el camino. Derrotó a incontables enemigos, temidos conejos salvajes, de los cuales se alimentaba. Poderosos seres alados que emitian tenebrosos rugidos incómodos ruidos para los oidos de cualquier mortal. E incluso una vez derrotó a dos asaltantes goblin que intentaron robarle lo que llevaba.
En el momento en que los dos asaltantes lo amenazaron, el gritó y se lanzo a por ellos.
-¡¡AAARRRRRRRKKK!! -Gritó nuestro héroe levantando su nueva y reluciente arma por encima de la cabeza
-¿Do'de?¿Do'de?- Dijo el primer asaltante
-Yo kero un atografo- Dijo el segundo
Y con un golpe mortal pudo acabar con ambos enemigos.
Fue una dura batalla para Ark, pues por un momento estuvo tentado de buscarse a sí mismo por los alrededores, pero en un alarde de ingenio decidió buscarlo después de acabar con sus enemigos.
Tras horas buscandose, supuso que ya se habría ido, lo cual fue una desilusión, pues desde que se empezó a forjar su leyenda, siempre quiso conocer a ese gran héroe.
Iba a continuar con su camino cuando algo muy fuerte lo agarró y después todo estaba oscuro. Tras un rato en la oscuridad, decidió dormir.
Y de repente, un gran rugido lo despertó. Sobresaltado echo la mano a su espada, pero se la habían robado. Junto al resto de sus cosas. Se encontraba en una cárcel, lo supo por los barrotes que se encontraban a su alrededor. Su leyenda iba creciendo y sus enemigos tenían que encerrarlo para que no los derrotase, pero no iban a ser unos barrotes lo que echasen abajo al gran Ark no-tan-débil, el Tumbazeñorez.
Para narrar la batalla entre los barrotes de acero y Ark necesitaría dos noches completas, y aun así, me quedarían detalles que contar. Por suerte para esos barrotes, llegó un guardia y abrió la celda.
-¡Vamos goblin! Tu honor te espera en la arena.
Era... un Umano. Seres altos, blandos y asquerosos. Los mayores demonios que hayan existido. Las peores pesadillas de los niños goblin están protagonizadas por estos engendros, el mayor enemigo de todos.
Cada pasillo que cruzaban, hacía que los rugidos se hiciesen más fuertes. Cada esquina que giraban hacía que las piernas de Ark temblasen... Y detrás de la última esquina, una luz se vió al final del pasillo.
Cuando la atravesó, la luz cegó por un momento a Ark, y el rugido de la multitud casi lo deja sordo. El suelo era arena, como el de su ciudad, y estaba rodeado de mas Umanos, todos ellos invocando algún ser demoníaco con sus rugidos endiablados. Todos gritaban a la vez:
-¡¡Lothas, Lothas, Lothas!!
De repente, todo quedó en silencio, y una voz que surgía de todos lados y ninguno, dijo:
-¡¡Daaamas, y caballeros, niños y niñas. Bienvenidos a la Arena de Loooooothaass!! -Otra vez volvieron los rugidos. -Comenzaremos el evento de hoy con un pequeño calentamiento para nuestro heroe.- En ese momento Ark se creció. ¡Su leyenda era conocida entre los temibles humanos! O eso pensaba hasta que la voz continuó. -¡¡Esta mañana, nuestro heroe Nim, mago de nivel 1, se enfrentará a... un goblin!!
Del pasillo de enfrente apareció un humano, más bajito que los demás con unos "Ki'tale' de bidencia", como los llamaba el bidente, y un palo en la mano.
-¡¡Que de comienzo el combate!!
Ark se lanzó con toda su fuerza hacia su enemigo, pero un chorro de fuego lo golpeó en el pecho. Hubiese acabado con el, si la arena del suelo no lo hubiese apagado. Ark se encontraba muy débil, y los ojos se entrecerraban, cuando, del cinto del mago, vio la "pozión mágica curalotó" que su Metraizionapoco Vizco le había regalado.
Su oponente se giró, al ver que Ark no se levantaba, y levantó sus manos en forma de victoria. Ark aprovechó ese momento para levantarse con sus últimas fuerzas y correr hasta su enemigo. Cuando Nim se giró, ya era demasiado tarde. Ark golpeó su propio pie, esquivando el hechizo del joven mago, rodando y golpeando con una maestría a la que ningún goblin ha alcanzado jamás las rodillas de su enemigo. Cogió la "pozión mágica curalotó" y fue a bebersela, cuando se le resbaló de los dedos, cayendo encima de su enemigo.
Y cuando el frasco se rompió, explotó, causando una gran bola de fuego, que lanzó hacia atrás al joven goblin y matando a su oponente.
Pero las heridas de Ark eran demasiado graves. ¿Cómo salio vivo de esa Ark? Venid el próximo día y os lo contaré
Leyendas vivas del pueblo de goblins AkinoTasTu. Ark, Grihm y Vizco son por ahora nuestros héroes más destacables
domingo, 15 de diciembre de 2013
miércoles, 11 de diciembre de 2013
Historia de una Incubación
Al mismo tiempo que Grimh Animachatarra partía hacia su primera aventura buscando el Norte, Vizco también comenzó su propia historia. Esta historia no llevará al joven Vizco fuera de AkinoTasTu, pero escuchadla atentamente.
Vizco corrió a cerrar la tapadera de su "ChozaDerVidente" y a destapar el objeto al que Grimh acababa de patear. Al quitar los sucios trapos con los que lo disimulaba, Vizco dejó a la vista un enorme huevo cubierto de escamas. Lo había descubierto hace poco, y escribió lo siguiente en su "IztoriaDeOy".
"Querido IztoriaDeOy, oy a pazao algo increible. Iba yo por los PicozDeTierra que rodean mi Aldea cuando vi un AgujeroDePared. Entré y vi ezto, un HuevoDeLagartoVolaor. "Drajón" lo llaman loz Orkoz en zu lengua chunga. Voy a criarlo y cuando me quiera zeré el mayor "CabalgadorDeLagartoz".
Como podés ver, los sueños de Vizco estaban bien fundados. Las leyendas de AkinoTasTu cuentan que una antigua sierpe habitaba esas PicozDeTierra(Montañas). Pero no todo saldría como Vizco pensaba:
Tan pronto como Grimh se marchó, Vizco comenzó su plan. Para que el LagartoVolaor creciera sano debía cuidarlo como los lagartoz normales cuidan a sus crías. Estuvo varios días observando cuidadosamente los hábitos de crianza de las lagartijas que poblaban AkinoTasTu. Y así se puso manos a la obra.
Primero, puso el huevo de LagartoVolaor debajo de su cama. Las lagartijas que él estuvo viendo los enterraban y se acostaban sobre ellos. Muchos días pasaron mientras el LagartoVolaor crecía, hasta que un día el huevo eclosionó. Tan pronto como el huevo empezó a agitarse Vizco comenzó sus delirios de grandeza:
"Aora zeré poderozo, cuando tenga mi LagartoVolaor entrenado todoz me zeguirán. Aré que Grimh me arrejunte una armadura to poderoza y Ark zerá mi ezcudero..."
Las imágenes de fama inmerecida y riquezas por encima de cualquier sueño goblin inundaban la mente de Vizco hasta que el huevo eclosionó. De su interior salió una criatura que mucho distaba de el poderoso "Drajón" que él esperaba. Una pequeña lagartija salió caminando torpemente de los restos del enorme huevo. La criaturilla miró a Vizco a los ojos, tiernamente... antes de morderle un dedo y casi quedarse con él.
Los sucesos siguientes los tendré que contar otra noche, ya que se hace tarde y vosotros, jovencitos, necesitan acostarse para poder llegar a ser como Ark.
Vizco corrió a cerrar la tapadera de su "ChozaDerVidente" y a destapar el objeto al que Grimh acababa de patear. Al quitar los sucios trapos con los que lo disimulaba, Vizco dejó a la vista un enorme huevo cubierto de escamas. Lo había descubierto hace poco, y escribió lo siguiente en su "IztoriaDeOy".
"Querido IztoriaDeOy, oy a pazao algo increible. Iba yo por los PicozDeTierra que rodean mi Aldea cuando vi un AgujeroDePared. Entré y vi ezto, un HuevoDeLagartoVolaor. "Drajón" lo llaman loz Orkoz en zu lengua chunga. Voy a criarlo y cuando me quiera zeré el mayor "CabalgadorDeLagartoz".
Como podés ver, los sueños de Vizco estaban bien fundados. Las leyendas de AkinoTasTu cuentan que una antigua sierpe habitaba esas PicozDeTierra(Montañas). Pero no todo saldría como Vizco pensaba:
Tan pronto como Grimh se marchó, Vizco comenzó su plan. Para que el LagartoVolaor creciera sano debía cuidarlo como los lagartoz normales cuidan a sus crías. Estuvo varios días observando cuidadosamente los hábitos de crianza de las lagartijas que poblaban AkinoTasTu. Y así se puso manos a la obra.
Primero, puso el huevo de LagartoVolaor debajo de su cama. Las lagartijas que él estuvo viendo los enterraban y se acostaban sobre ellos. Muchos días pasaron mientras el LagartoVolaor crecía, hasta que un día el huevo eclosionó. Tan pronto como el huevo empezó a agitarse Vizco comenzó sus delirios de grandeza:
"Aora zeré poderozo, cuando tenga mi LagartoVolaor entrenado todoz me zeguirán. Aré que Grimh me arrejunte una armadura to poderoza y Ark zerá mi ezcudero..."
Las imágenes de fama inmerecida y riquezas por encima de cualquier sueño goblin inundaban la mente de Vizco hasta que el huevo eclosionó. De su interior salió una criatura que mucho distaba de el poderoso "Drajón" que él esperaba. Una pequeña lagartija salió caminando torpemente de los restos del enorme huevo. La criaturilla miró a Vizco a los ojos, tiernamente... antes de morderle un dedo y casi quedarse con él.
Los sucesos siguientes los tendré que contar otra noche, ya que se hace tarde y vosotros, jovencitos, necesitan acostarse para poder llegar a ser como Ark.
domingo, 8 de diciembre de 2013
El relato de la botella evanescente
Acercaos y abrid vuestras orejotas
porque os voy a relatar la historia de la primera vez Grimh salió a
las carreteras y, tomando el ejemplo de Ark, dio el primer paso para
convertirse en un aventurero. Tal vez os cuente mas tarde como en ese
paso tropezó, cayó y quedo correspondientemente escarmentado por
intentarlo.
Esta historia comienza un día en que
nuestro protagonista volvía alegremente a su cabaña después de una
divertida tarde pateando elfos de las praderas y husmeando montones
de carroña. Grimh andaba engarzando un huesecillo en uno de sus
pendientes cuando entro en su morada. Rápidamente, 5 minutos
después, se percató de que algo había ocurrido. El nido de
escarabajos había cambiado de lugar y el montón de harapos que
llamaba cama estaba revuelto. Había pisadas llenas de barro por todo
el suelo y había tenido que saltar al entrar por la puerta por
encima del tocón que usaba como asiento. Alguien había entrado en
su choza. Sin duda el intruso era un maestro en el arte del sigilo
pero sus sutilezas no consiguieron engañar al raquitico intelecto de
Grim.
Entonces una duda asalto su mente
“¿Para ke ezporah kerria arguien entrá en mi shoza?”. La
búsqueda de la respuesta a esa pregunta no fue fácil. Pensó
durante largo rato una gran lista de intrincados motivos. Al pero al
final resultó que le habían robado. Escarbando entre los restos de
sus pertenencias se dio cuenta de que faltaba la botella donde
calentaba esquirlas de metal para forjar clavos.
Así pues se decidió a hablar con el
aprendedor de bidente para que intentase bisionar el paradero de su
botella de fuzion. La respuesta Vizco fue sacar una piedra de
adivinar y comenzar a mirarla mientras zarandeaba las maños entorno
a ella y decia:
-Zii, ya lo ziento. Veo argo. Ezta
ozcuro. Ze ezkushan tintineos. Pazos de fondo. Tu botella se aleha.
Ze pierde. Ya no eztá. Imagenez fragmentadas. Veo una dezdicha. Un
acontezimiento to shungo. Ziento como argo ze regquebraja. Kataplum.
Un problema de zalú. Zuerte con er dinero. Tu padre, tu padre tiene
algo de lo que gorgotearte dezde el otro lado. Zilencio, paz.
Felizidad. Fin.
Después miró a Grimh, extendió la
mano hacia el y le dijo:
-Zon kuatro priedraz brillantez.
Grimh no lo mató allí mismo porque
era metraizionapoko de Ark. Y mejor no meterse con lo metraizionapoko
de Ark. Asi que salió de la choza dandole una patada a un baulito
que había junto a la puerta. Se hizo daño en el pié.
Esto no ayudo para nada a Grimh, que
aun necesitaba una botella para poder seguir desarrollando su labor.
El sabia que en la aldea no había mas botellas así que se empleó
todos sus conocimientos de ingeniería para pensar una forma de
obtener otra. Sus conclusiones fueron tal que así: Todo el mundo
sabe que las botellas son burbujas. Dado que no se mueven es evidente
que son burbujas congeladas. Así pues Grimh decidió que debía
dirigirse al norte para buscar una botella en las estepas heladas. Y
corto y perezoso metió algunas cosas en un macuto y partió a su
primera aventura.
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